viernes, 25 de diciembre de 2015

Nadie me obligó a decir: !Viva Fidel,Viva la Revolución!, ellos viven y vivirán por su ejemplo

Estas vivencias no son de un libro, son extraídas de las raíces del campo, del hombre que doblaba el lomo de sol a sol y solo sentía el calor abrasador, y no fue entonces hasta que llegó el Comandante que vio la luz de ese sol.
Ellas no las dijo mi guajiro padre como para darme instrucciones básicas de  buena cubana o buena revolucionaria, son contadas con el corazón y la mano al lado izquierdo del pecho.
Nunca un padre le mentiría a una hija, mucho menos quien me sembró los valores y las convicciones a las que NUNCAAA renunciaría.

Cuando las rememoro, así como las cuento llegan a mi mente frases como:  “Nacer en Cuba no es una suerte, sino un privilegio”.

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